THE ZOO

La semana pasada volví al trabajo. En sólo cinco días observé lo que no había observado en un año: el lugar donde trabajo es un verdadero zoológico. No lo digo por el hecho de que de verdad hay animales dando vueltas, sino por las personas que ahí trabajamos.
De partida estamos todos vueltos monos por lo de fin de año. Tomar pruebas globales, cerrar semestres, muestra pedagógica, graduación 4tos medios, etc. También estan las clásicas cotorras que se dedican a hablar y hablar a espaldas de todos. Los loros que sólo repiten lo que el jefe dice. Las serpientes que buscan cualquier excusa para traicionarte. Las arañas que andan tirando su telaraña para ver quien cae y cagarlo. Los sapos que acusan todo lo que ven. Las hienas que no hacen nada, pero se ríen de lo que a otros les pasa. Y los buitres que esperan encontrar las sobras de sus víctimas para devorarlas. Y no puedo dejar en el olvido a nuestros queridos cuervitos. Aquéllas avecillas a quienes tratamos de traspasar nuestros conocimientos pero que a la menor falta estan listos y dispuestos para sacarnos los ojos.
Pero no todo es tan malo. Tenemos un lindo gallo que nos deleita con su canto en las mañanas. Un pavo real que se pasea por los patios del colegio desplegando sus hermosas plumas de colores. Canarios y catitas que cantan alegrando el día con sus melodías. Simpáticos y amorosos patos y gansos que adornan nuestros jardines.
Así es donde trabajo...supongo que para alguien que esta tan cerca de lo freak no podría esperar menos ¿o si?